Las pequeñas víctimas de El Niño Costero aún no encuentran consuelo

El fenómeno El Niño Costero dejó a su paso más de un millón de ciudadanos afectados y más de 100 mil damnificados. Foto: La República

El Niño Costero ha pasado como fenómeno pero no como realidad. Así lo constatan día a día sus afectados más pequeños. Miles de niños vulnerables tras la calamidad viven con el riesgo de enfermedades, la escasez de útiles escolares y el estrés inevitable de la aglomeración en los albergues.

Instituciones como World Vision Perú reciben en sus filas ha voluntarios de las mismos poblados afectados para ofrecer asesorías y complementar con actividades lúdicas, pero todo esfuerzo parece insuficiente.

Lo real es que las autoridades que elegimos son nuestro eterno 'Niño Costero' que año tras año y gobierno tras gobierno nos inundan de obras mal hechas y huaicos de corrupción.

Vivir sin agua es una calamidad. A miles de familias les ha golpeado tener que salir a juntar agua de balde en balde durante varios días. Sin embargo, hay más de 2 millones de ciudadanos en Lima y 10 millones de ciudadanos en todo el país que viven así todos los días. 10 millones de ciudadanos a nivel nacional y 2 millones de ciudadanos en Lima viven todos los días como si 'El Niño Costero' fuera inmortal. Son las víctimas de las grandilocuentes y vacías promesas de candidatos y presidentes.

Así, resulta cierto que los mismos gobernantes que no se hicieron cargo de la prevención son los mismos que caminan en el lodo para tomarse la foto que publicarán minutos después en las redes sociales.

¿Cuántos de los que ahora gobiernan a todo nivel del Estado fueron antes parte del gobierno? ¿No fue Kuczynski primer ministro? ¿No fue Vizcarra gobernador? ¿No fue Aráoz ministra? ¿No han sido la mayoría de congresistas reelegidos? ¿No fue Castañeda alcalde de Lima por varios años?

Al final, todo pasa por la pésima decisión de elegir congresistas (la mayoría) que no están aptos para el cargo, todo pasa por elegir alcaldes (la mayoría) que solo saben coimear; entonces, de qué nos quejamos.

Alcaldes que hacen obras sin mayor planificación o beneficio. Congresistas que no legislan priorizando las prevenciones. El pueblo tiene su parte de culpa en las consecuencias de este desastre natural, igual que la prensa (la corrupta) que 'lava el cerebro' y 'orienta' a las masas hacia un candidato sin mayor valor que los millones que gasta en publicidad.

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