top of page

Faverón: "Allí donde la derecha quiere dictadura, las marchas son democracia"

  • intinews
  • 14 jun 2016
  • 3 Min. de lectura

"Allí donde la derecha quiere dictadura, las marchas son democracia" es el contundente análisis que comparte en su cuenta de Facebook el escritor y columnista Gustavo Faverón Patriau a razón de las numerosas protestas que se han llevado a cabo pacificamente en las calles de Lima y provincias en los últimos años de Gobiernos pro derecha.

A continuación compartimos el texto completo:

"¿Por qué tantos columnistas con prontuario y trolls mediáticos y matones con micrófono y periodistas venales están en contra de las marchas que han abundado en el Perú en el último par de años? La respuesta más simple: porque son efectivas y porque ellos no pueden hacerlas. El último líder de derecha o centro-derecha capaz de llenar plazas sin pagarle a la audiencia ni llevarla en microbuses alquilados fue Vargas Llosa, y de eso ya pasaron 25 años, y la derecha desde entonces se ha radicalizado tanto que, ahora, para el facherío lumpenesco que la ha capturado, Vargas Llosa es un caviar. Fujimori solo podía convocar masas a cambio de dinero, comida, transporte, favores, prebendas y orquestas de tecnocumbia, y esa tradición ha sido heredada por su hija y por muchos otros. Es cierto que tampoco la izquierda ha tenido líderes capaces de convocar grandes multitudes, pero también es cierto que la izquierda no falsifica manifestaciones. El fenómeno de las marchas es distinto, porque las marchas pueden ser convocadas por una o muchas entidades a la vez, no obedecen a una sola voluntad y no esperan un solo protagonista. Quienes van a las marchas no van para escuchar a una persona sino para que los escuche todo el mundo. Son esencialmente democráticas. Las únicas marchas que la derecha peruana puede hacer exitosamente son las manifestaciones a favor de la penalización del aborto, pero allí el factor clave es esa enorme organización, infelizmente subvencionada por el Estado, que es la Iglesia Católica. Otra cosa a tener en mente es que el origen de las marchas populares, desde fines de los años noventa, es esencialmente antifujimorista. Las marchas de las manos limpias, las marchas del lavado de la bandera, la Marcha de los Cuatro Suyos; que sean antifujimoristas no implica que no sean pro-algo. Han abundado las marchas exitosas en defensa de los derechos ciudadanos: las marchas por la unión civil, las marchas contra la ley pulpín, las marchas contra la discriminación de género, las marchas en defensa del derecho a la consulta previa, etc. Y muchas son exitosas no solo en convocatoria, sino en resultados efectivos: marchas que positivamente derrocaron a Fujimori, marchas que hicieron anular la ley pulpín, marchas que han obligado a casi todo el espectro político peruano a asumir la consulta previa como un deber del Estado, marchas que ayudaron a convertir a Keiko Fujimori en una perdedora serial de elecciones presidenciales. La derecha no se burla de las marchas porque le parezcan ridículas. Se burla de ellas porque son inmensamente poderosas, porque se han convertido en un elemento de peso en la consciencia del Ejecutivo, un elemento de balance en el Legislativo, un elemento crucial en la fiscalización de autoridades y candidatos. En suma, allí donde la derecha quiere una dictadura, las marchas son la democracia. No se burlan porque les parezcan tontas: se burlan porque les tienen miedo y les quitan poder".

Foto: Internet

 
 
 

Comentarios


Síguenos en Facebook
  • © 2014 intinewspe.com

  • INTI News. Todos los derechos reservados.

  • Contacto: intinewsperu@gmail.com

  • V.E.S. - Lima - Perú

  • Web desarrollada por Impresion@

bottom of page