"El régimen policial 24 x 24 es tan emblemático del fujimorismo como las combis y la privatiza
- intinews
- 25 abr 2016
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La actualidad política nacional nos centra en la discución sobre si el régimen laboral policial conocido como 24 x 24 debe volver o no a funcionar. La candidata Keiko Fujimori fue quien puso el tema sobre el tapete, y de ahí en más todos, o casi todos, han opinado a favor y en contra de la propuesta fujimorista, incluido el presidente Ollanta Humala.
"El régimen policial 24 x 24 es tan emblemático del fujimorismo como las combis y la privatización" es el detallado y contundente análisis que nos comparte en su cuenta de facebook el sociólogo peruano Félix Reátegui Carrillo en respuesta a la polémica propuesta fujimorista.
Félix Reátegui Carrillo es sociólogo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Asesor del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde también se ha desempeñado como director de investigaciones. Fue director del comité editorial y responsable del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Es asociado senior del Programa de Verdad y Justicia del Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ).
A continuación el análisis completo:
"El régimen laboral policial conocido como 24 x 24 es tan emblemático del fujimorismo como lo son las combis, la privatización o la ayuda alimentaria clientelar. La idea se resume así: "Los problemas no se resuelven; los problemas se aprovechan; son oportunidades para robar, corromper, manipular. Se ofrece una apariencia de solución y lo mejor de todo es que se somete a la población a una tal dependencia o servidumbre que al final ella misma termina aplaudiendo y reclamando que siga el régimen que la envilece".
A inicios de los 90 se evidenció un profundo déficit en los sueldos de los policías. El fujimorismo inventó un régimen según el cual se liberaba a los policías para que trabajaran alquilándose con uniforme y todo a negocios privados. Así, se degradó aun más la función policial y se pervirtió la noción de autoridad (¿qué pasa si no hago caso al policía uniformado que me dice que no me puedo estacionar en la puerta del chifa que está cuidando?), pero los policías sintieron el alivio de un ingreso extra. Aplaudieron y aplauden ese régimen degradante y ahora que está en discusión Keiko Fujimori amenaza mantenerlo.
A inicios de los 90 y desde mucho antes el transporte público metropolitano era un fracaso total. Y Fujimori quería despedir empleados públicos, pero sin darse el trabajo de elaborar una política racional para eso. Solución: despidió gente con unos bonos económicos y decretó que las pistas eran de todo el que quisiera comprarse una "combi" o poner un letrero de "taxi" en su parabrisas. Está de más describir el caos y la espiral mortífera que salió de ahí. Pero mucha gente siente que ese régimen es mejor que el anterior y todo el mundo aplaude la estafa de la que fue víctima.
Lo mismo cabe decir de la privatización. Un Estado elefantiásico no fue un problema que resolver sino una oportunidad para robar mediante la privatización. Y una población en pobreza extrema no fue una ciudadanía que atender sino un universo de presas que capturar para convertir en votantes cautivos: a inicios de los 2000 casi el 30 por ciento de la población peruana sobrevivía con alimentos que el fujimorismo se encargaba de repartir como dádivas.
La imagen de eficiencia del fujimorismo es, así, una de las leyendas más perversas de nuestra historia contemporánea. Ellos atacan los problemas, sí, es cierto; pero no para resolverlos en ningún sentido razonabe, sino para aprovechar la oportunidad de ejercer una y otra vez su rapiña insaciable".
Fuente: Facebook
Foto: Internet


















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